¡Adiós vecino, adiós!
Se van vaciando los pueblos, se va escapando la vida. Otrora, moradas bulliciosas, hoy silencio en demasía. Se van secando las manos y enturbiando las miradas. Manos robustas y ágiles antaño, hoy temblorosas y nudosas, cual sarmientos de la viña. Subiendo la calle del Teso, enjuto su cuerpo, guadaña en el hombro, no hay prisa, […]
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